La buena nutrición es la base de la salud y el bienestar, y muchos adultos están aprendiendo más sobre la importancia de las comidas bien equilibradas. Los jóvenes pueden comer lo que quieren sin sentir el impacto inmediato de sus opciones dietéticas. Sin embargo, los adultos mayores sienten los efectos cuando no están comiendo alimentos que apoyan la energía y la salud en general.
Si usted está buscando maneras de aumentar su salud, entonces usted debe considerar estos hábitos alimenticios que le darán más energía:
Consumo de Proteína Magra
Los aminoácidos en las proteínas son los bloques de construcción para los músculos y el soporte inmunológico. Los adultos mayores tienen un alto riesgo de fracturas óseas, degeneración muscular e infecciones. Al aumentar su consumo de proteínas, es posible mejorar el sistema inmunológico, reconstruir el músculo y disminuir el riesgo de estos problemas.
Las mujeres deben comer por lo menos 45 gramos, y los hombres deben consumir un mínimo de 65 gramos de proteína por día. Agregue fuentes de proteína magra a su dieta, como atún, pollo, claras de huevo o queso de hebra.
Antioxidantes en Frutas y Verduras
Comer frutas y verduras frescas suministrará a su cuerpo los antioxidantes curativos que ayudan a reducir el riesgo de ciertas enfermedades. Incluya frutas y verduras crudas, frescas con cada comida. La fibra ayudará a la digestión, y notará un cambio en sus niveles de energía.
Manténgase hidratado
La cantidad de agua que bebe cada día puede afectar directamente los niveles de energía. La deshidratación hace que el cuerpo se ralentice, y puede conducir a otros problemas de salud como cambios en la presión arterial, estreñimiento, piel seca, ojos secos, dolores de cabeza y calambres musculares. Si usted desea permanecer activo, entonces usted necesita estar seguro de que usted está recibiendo por lo menos 2 litros de agua por día.
La deshidratación es común en adultos mayoress, y hay algunos medicamentos y condiciones de salud que pueden requerir más ingesta de agua. Por lo tanto, lo mejor es hablar con su médico para averiguar la cantidad recomendada que debe beber cada día.